Vida de estudio
« Yo he venido para dar testimonio de la Verdad. »
— Juan 18
Inscritos en la Tradición de la Iglesia, los hermanos dan al trabajo filosófico y teológico una importancia primordial. Debido a la gran pobreza del mundo, que es primeramente una pobreza de la verdad, la vocación de los hermanos implica una formación humana y filosófica. Esta formación les permite disponerse de la mejor manera a recibir, en la fe, la Revelación de la Persona de Cristo en toda su luz, luz sin la cual el mundo permanece en las tinieblas: “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8), dice Jesús.
La vida fraterna de los hermanos de Verbum Spei es el lugar privilegiado de su práctica de la esperanza, alimentada por la Palabra de Dios, que buscan recibir en el estudio, personal y comunitario, de la Sagrada Escritura, a través de la Lectio Divina.
Sensibles a la urgencia de anunciar la alegría del Evangelio a todos aquellos que han perdido la esperanza y que no conocen a Cristo, los hermanos quieren ser, para ellos, testigos de Jesús, muerto y resucitado por todos los hombres. Desean llevarles la Buena Nueva de la salvación, con un profundo respeto por cada persona, por su dignidad, por su situación y por su cultura.
A través de sus varias misiones, y especialmente por medio de sus predicaciones, los hermanos quieren dar una luz sobre la Palabra de Dios, y compartir con el mundo esta sed por la verdad que anima su fe, su caridad y su esperanza, en un mundo que ya no busca a Dios y que, sin embargo, tiene sed de Él.
“La vida consagrada necesita también en su interior un renovado amor y una dedicación al estudio como medio para la formación integral y como camino ascético, extraordinariamente actual, ante la diversidad de las culturas.”
— San Juan Pablo II, Vita Consecrata, §98