Nuestro carisma

« La esperanza es para nosotros como ancla del alma, segura y firme, que penetra más allá de la cortina, donde entró, como precursor, por nosotros, Jesús, Sumo Sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec. »

Hebreos 6, 19-20)

El carisma de la Fraternidad se funda en el compromiso, a la vez comunitario y personal, de seguir a Cristo, Nuestro Salvador, como “Verbo de la Esperanza”, a través de una vida de oración litúrgica y contemplativa, viviendo la adoración cotidiana de la Sagrada Eucaristía, la devoción a la Bienaventurada Virgen María, el amor a Iglesia y la fidelidad al Santo Padre, obispo de Roma.

Los miembros de la Fraternidad se esfuerzan en llevar una vida evangélica alegre y auténtica, de Fe, Esperanza y Caridad, en la escuela de los santos y bajo el soplo del Espíritu, adaptándose a cada hombre y a cada cultura.

Cada priorato se esfuerza en colaborar de manera estrecha con los obispos de las iglesias locales, apoyando el trabajo apostólico de los sacerdotes diocesanos y de todos los que tienen una misión pastoral.

« Aún si llegan a padecer por causa de la justicia, son bienaventurados. Por tanto, no tengan miedo por temor de ellos ni sean turbados. Más bien, santifiquen en su corazón a Cristo como Señor y estén siempre listos para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. »

1 Pedro 3, 15